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viernes, mayo 06, 2011

ministro golborne & hidroaysen

 

Ad portas de la inminente aprobación de Hidroaysén

Golborne intenta minimizar costos políticos de medidas energéticas

Decidido a dar un corte al debate sobre el uso de energía en el país, el biministro ha tomado la ofensiva para que decisiones que reconoce impopulares lo afecten a él y al gobierno lo menos posible.

 

Por Blanca Arthur


Con una popularidad que hasta ahora aparece indestructible, Laurence Golborne se muestra indiferente ante las cifras que lo mantienen a la cabeza del ranking de ministerial con una aprobación que alcanza un 85%.

Enfrentado al tema horas antes de conocerse la última medición de Adimark, no sólo aseguró que no era algo que le importara, sino incluso aludió a que, probablemente, en el futuro esas cifras podrían cambiar, porque sabe que las decisiones que considera que se deben tomar en materia energética no cuentan con gran acogida en la ciudadanía.

Es que desde que asumió, además de minería, la cartera de energía, el biministro entendió que quedaba expuesto a perder, al menos parte, de ese capital político que lo tiene instalado como el presidenciable con más opciones del oficialismo, un riesgo que - de acuerdo a lo que indican sus cercanos- está decidido a correr.

Con el desafío más inmediato, de que en los próximos 10 años el país debe duplicar su capacidad eléctrica, Golborne determinó que había llegado el momento de encarar el problema apurando las decisiones pendientes, de manera que ello permita avanzar hacia la definición de la matriz energética, donde estima que no debe descartarse ninguna opción, por impopulares que éstas sean.

En esa línea se inscriben sus recientes palabras, cuando afirmó que el actual gobierno podría no asumir el costo político en esta materia porque en estos años no habrá problemas de energía, pero que lo hará porque si se toman malas decisiones ahora, ello repercutiría en el futuro arriesgando las metas de desarrollo del país.

Como tampoco pretende que su gestión sea un suicidio político, el ministro se ha preocupado de que las resoluciones que se adopten, tengan el menor costo, tanto para él, como para el gobierno de Piñera.

Enfrentado Hidroaysén


En ese contexto, la principal inquietud de Golborne, es el creciente rechazo que percibe en la opinión pública a la instalación de centrales eléctricas, donde la inminente aprobación del polémico proyecto Hidroaysén lo impulsaron a redoblar sus esfuerzos comunicacionales para minimizar el impacto que puede tener este hecho, por el rechazo impulsado especialmente por grupos ambientalistas, pero que también encuentra eco en sectores políticos que incluso anuncian que pedirán una comisión investigadora para analizar el tema.

Con habilidad, el ministro no ha sido explícito en su respaldo a Hidroaysén, sino que ha focalizado su ofensiva en destacar la necesidad de que el tema no se postergue más, dejando en claro que lo importante es que existe una institucionalidad que se debe respetar.

En momentos en que la tensión ha ido creciendo, al punto que el problema está siendo monitoreado permanentemente por La Moneda, Golborne no dudó en cuestionar que los anteriores gobiernos dilataran la discusión, insistiendo en que aquellos a quienes no les guste, pueden acudir a las instancias de apelación que existen, pero que no es aceptable la posición de grupos extremos que defienden sus visiones a ultranza, sin medir las consecuencias.

Dichas apreciaciones confirman que una de las principales preocupaciones tanto del ministro, como del equipo político, son las presiones que han estado recibiendo los integrantes de la comisión que debe tomar la decisión este lunes, que incluso provocaron la renuncia del director del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) de la región, Eduardo Lagos.

En este cuadro, tal como se lo planteó al propio Piñera, Golborne teme que el ambiente de rechazo al uso de energías termo o hidroeléctricas o nucleares, que marcaría un hito con la aprobación a Hidroaysén, generen un conflicto político-social con impensadas consecuencias para el gobierno, por las manifestaciones que puede haber en todo el país de dimensiones muy superiores a las ocurridas en el caso de la central Barrancones, las que impulsaron a Piñera a intervenir para que no se instalara la central en las cercanías de Punta de Choros.

Falta de información

Para el ministro, la principal causa de esta situación radica en la desinformación que existe en el país acerca de los temas energéticos, al punto que en una de sus últimas apariciones destacó que en una reciente encuesta, un 40% de la población no sabe de dónde proviene la energía.

En este contexto, incluso en su entorno algunos admiten que el ministro no ha ocultado su inquietud por el énfasis que le ha dado el gobierno al uso de energías limpias –como la solar o la eólica- tal como lo planteó el presidente el 21 de mayo pasado al aludir que esperaba que en 2020 el 20% de la energía proviniera de esas fuentes, en circunstancias que en su opinión, aumentar las Energías Renovables No Convencionales (ERNC) no necesariamente es el camino a seguir.

Con la certeza de que el fenómeno actual, impulsado por la socialización del cuidado del medioambiente, se debe a que la ciudadanía ignora el problema, Golborne, además de sus esfuerzos para tratar de explicarlo, planteó la necesidad de que el gobierno diseñe una política comunicacional que dé cuenta de los alcances de la situación energética en el país.

Un tema en lo que, de acuerdo a lo que confirman en La Moneda, se comenzó a trabajar en la idea de redicir el impacto negativo que pueda generarse tras la aprobación de Hidroaysén.

Respaldo transversal


En esa línea, consciente de que en adelante el panorama podía complicarse por el rechazo a fuentes de energía que él considera necesarias, la decisión más importante que adoptó el biministro apenas asumió, fue idear la creación de una comisión transversal, con la expectativa de que la decisiones en materia energética cuenten con el consenso más amplio que sea posible.

Como un éxito para dicho propósito, en el entorno de Golborne destacan que en el grupo -que fue presentado por el presidente Piñera el martes en La Moneda- participen tres ex ministros del ramo de los gobiernos de la Concertación, como Marcelo Tokman, Vivianne Blanlot, y Alejandro Jadresic, quienes junto a otros reconocidos expertos del ámbito eléctrico, económico y ambiental, buscarán llegar a acuerdos acerca de lo que el país debe hacer para solucionar los problemas de energía.

La idea del ministro, tal como indican algunos de sus integrantes, es que esta comisión ponga todas las opciones arriba de la mesa, de manera que incluso se pueda definir cuál debe ser la matriz energética del país para los próximos 30 ó 40 años, donde todo apunta a que habrá acuerdo en que debe diversificarse, sin prescindir de fuentes termo e hidroeléctricas, e incluso eventualmente incorporar el uso de energía nuclear.

En parte, la estrategia de Golborne al impulsar la creación de este grupo - el que tendrá cuatro meses para elaborar su primer informe- es que sobre la base de consensos en lo que se debe hacer con la energía, la ciudadanía pueda contar con elementos de juicio que no sólo se sustenten en la mirada ambientalista.

Eso no quiere decir que la pretensión sea recibir el aplauso de toda la población, pero sí que ésta cuente con los elementos necesarios para comprender cuáles son, técnicamente, las opciones que permitirían garantizar el abastecimiento, que exista energía sea competitiva, además de sustentable con el medio ambiente.

En definitiva, justo cuando el tema comenzará a copar la agenda con la polémica que suscitará la aprobación de Hidrioaysén, la aspiración del ministro es tratar de cambiar el actual escenario, en el que de acuerdo a sus propias palabras, las campañas que se oponen a los proyectos, no se basan en datos, sino en emociones.

Un desafío que, por esa misma razón, Golborne reconoce que no es fácil, pero que decidió asumir sabiendo que no es popular por lo que corre el riesgo de mermar su capital político, aunque partiendo también de la base que el respaldo que genera, puede colaborar a minimizar los costos.




Fuente:

CONSULTEN, OPINEN , ESCRIBAN .
Saludos
Rodrigo González Fernández
Diplomado en "Responsabilidad Social Empresarial" de la ONU
Diplomado en "Gestión del Conocimiento" de la ONU
Diplomado en Gerencia en Administracion Publica ONU
 
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