Páginas

viernes, mayo 20, 2011

30 años del sistema de pensiones chileno: desafíos en la madurez

30 años del sistema de pensiones chileno: desafíos en la madurez

Joaquín Vial

Joaquín Vial es presidente de AFP Provida y economista Jefe de BBVA Research para América del Sur.

Los sistemas de pensiones en países desarrollados están en crisis, como puede ver cualquier lector de The Economist, que en su edición del 9 de abril publicó un informe especial titulado "70 o quiebra!". El envejecimiento de la población ha dejado a los sistemas de beneficio definido con perspectivas financieras lamentables, para las cuales no hay soluciones fáciles ni populares: aumentar drásticamente las edades de jubilación, las tasas de aportación o reducir los beneficios.

En Chile, el sistema de pensiones implantado en 1981 y reforzado por sucesivas modificaciones, siendo la más significativa aquella de 2008 que rediseñó el pilar solidario, tiene gran flexibilidad para enfrentar estos desafíos: mientras los más pobres se encuentran adecuadamente protegidos por un renovado pilar solidario que no pone en peligro las finanzas públicas, el resto de la población tiene incentivos fiscales para aumentar sus contribuciones (APV, depósitos convenidos) y también puede adaptar su edad de jubilación. Con todo, esto no significa que todos los problemas estén resueltos y al entrar el sistema a su madurez, cuando una proporción creciente de afiliados se comenzará a jubilar, surgen a lo menos dos desafíos importantes de abordar:

La incorporación de los independientes que ahora tendrán obligación de cotizar. Si se trata de trabajadores jóvenes, la obligación de cotizar les permitirá aspirar a una pensión acorde con sus ingresos, si cumplen con esa obligación. Sin embargo, si ellos ya han pasado los 40 años, las "lagunas" en sus contribuciones se los impedirá. El Estado puede ayudar a que se pongan al día, permitiendo que hagan contribuciones adicionales para llenar estos huecos, rebajándolas de la base imponible, tal como ocurre con los aportes obligatorios normales.

Otro desafío es facilitar que los afiliados de ingresos medios alcancen pensiones consistentes con sus rentas. El sistema fue diseñado pensando que no era necesario forzar a estos trabajadores, muchos de ellos profesionales, a ahorrar más allá de un límite, razón por la cual se fijó un tope máximo imponible, que en moneda de hoy es cercano a 1,2 millones de pesos al mes. Esto significa que un trabajador que gana 2,4 millones al mes y sólo hace el aporte obligatorio, estará cotizando por 5% de su ingreso efectivo, lo que se traducirá en una pensión muy por debajo de su salario. La evidencia muestra que muchas personas en estos tramos de ingreso no cotizan más allá de lo obligatorio, por lo que sería conveniente abolir o subir sustancialmente ese tope.

Chile es el país que está envejeciendo más rápido en América Latina. Si no se hubiese cambiado el sistema de pensiones en 1981 y reformado significativamente en 2008, hoy estaríamos enfrentando una crisis de proporciones.

Una reflexión al cierre: Chile es el país que está envejeciendo más rápido en América Latina. Si no se hubiese cambiado el sistema de pensiones en 1981 y reformado significativamente en 2008, hoy estaríamos enfrentando una crisis de proporciones. En vez de eso, el debate se centra en cómo hacer el sistema más inclusivo. Esa es la mejor prueba del éxito del sistema.


Fuente:

CONSULTEN, OPINEN , ESCRIBAN .
Saludos
Rodrigo González Fernández
Diplomado en "Responsabilidad Social Empresarial" de la ONU
Diplomado en "Gestión del Conocimiento" de la ONU
Diplomado en Gerencia en Administracion Publica ONU
 
  • PUEDES LEERNOS EN FACEBOOK
 
 
 CEL: 93934521
Santiago- Chile
Soliciten nuestros cursos de capacitación  y consultoría en GERENCIA ADMINISTRACION PUBLICA -LIDERAZGO -  GESTION DEL CONOCIMIENTO - RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL – LOBBY – COACHING EMPRESARIAL-ENERGIAS RENOVABLES   ,  asesorías a nivel nacional e  internacional y están disponibles  para OTEC Y OTIC en Chile

No hay comentarios.:

Publicar un comentario