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martes, marzo 11, 2008

Declaraciones del presidente Bush sobre Cuba

Declaraciones del presidente Bush sobre Cuba

(Estados Unidos continuará denunciando los
abusos que se cometen en Cuba)
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"Hace pocas semanas informes sobre la supuesta jubilación del dictador de
Cuba inicialmente llevaron a que muchos creyeran que por fin había llegado
el momento en que Estados Unidos cambiaría su política sobre Cuba y
mejoraría las relaciones con el régimen. Esa opinión es totalmente
equivocada. Para mejorar las relaciones, lo que debe cambiar no es Estados
Unidos; lo que debe cambiar es Cuba. El gobierno de Cuba debe iniciar un
proceso de cambio democrático pacífico. Deben poner en libertad a todos los
presos políticos. Deben respetar los derechos humanos en palabra y obra, y
allanar el camino para unas elecciones libres e imparciales" dijo el
presidente Bush en un discurso que pronunció el 7 de marzo en la Casa
Blanca.
 
 
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RAUL CASTRO

A continuación la traducción del discurso del presidente como fue publicada
en español por la Casa Blanca:

(comienza el texto)

LA CASA BLANCA

Para  publicación inmediata

Oficina del Secretario de Prensa

7 de marzo de 2008

Declaraciones del Presidente Sobre Cuba

Roosevelt Room

EL PRESIDENTE: Siéntense. Gracias. Bienvenidos a la Casa Blanca. Señor
secretario, gracias por su presencia. Congresista Lincoln Díaz-Balart,
miembros del cuerpo diplomático, distinguidos funcionarios, respetables
invitados.

Nos reunimos hoy para recordar un momento trágico en la historia de Cuba.
Este mes es el quinto aniversario del día en que las autoridades cubanas
realizaron una redada contra decenas de ciudadanos y los acusaron de
delitos contra el régimen. Entre los arrestados se encontraban maestros y
bibliotecarios y periodistas. No habían cometido delito alguno. Simplemente
tenían opiniones que no le gustaban a su gobierno, y se rehusaron a
permanecer callados. En total, se condenó a 75 personas a un largo
encarcelamiento. En el mundo de los disidentes cubanos, la redada de hace
cinco años se recuerda como la Primavera Negra.

Hace unos momentos me reuní con uno de los hombres arrestados en la redada,
Miguel Sigler Amaya, y su esposa, Josefa. Miguel fue arrestado en esta
redada porque él y sus hermanos se oponían desde hacía mucho tiempo al
régimen de Castro. Por muchos años habían sido acosados y habían sido
apaleados por las autoridades cubanas. En una ocasión, las turbas del
régimen le rompieron las costillas a Miguel. Uno de los hermanos sobrevivió
un atentado contra su vida, y toda la familia había recibido amenazas de
muerte. Durante la Primavera Negra, Miguel fue acusado de desobediencia.
Fue condenado a 26 meses en prisión. Sus hermanos, Ariel y Guido,
recibieron condenas de 20 años cada uno.

Cuando Miguel fue a prisión, su esposa Josefa encontró una causa en común
con las esposas de otros presos políticos. Formaron un grupo y escogieron
como símbolo el color blanco: el color de la paz. Todos los domingos estas
Damas de Blanco van a misa Católica y luego caminan juntas en silencio por
las calles. En Cuba incluso ese simple acto es considerado un desafío
peligroso. Las mujeres han sido sometidas al acosamiento y a palizas. La
propia Josefa fue detenida por un agresor que le dijo que estaba enviándole
un mensaje, y luego la aporreó con un objeto contundente en la parte
trasera de la cabeza.

Se ordenó a Josefa a salir de Cuba con Miguel una vez que se liberó a éste
de la prisión en el 2006. En Cuba, se les considera ilegales. En Estados
Unidos, son heraldos de la libertad, y me enorgullece estar parado con
ellos en la Casa Blanca.

Miguel y Josefa cuentan una historia convincente sobre la brutal represión
sufrida cerca de las orillas de Estados Unidos. Y deseo darles las gracias
por permitirnos compartir sus casos, y les agradezco por su valentía.
(Aplausos.)

Le he pedido a Josefa que se sirva decirles a las Damas de Blanco que
mientras oran por una Cuba libre, el pueblo estadounidense. muchos
estadounidenses oran con ellas. Y podemos estar seguros de que un Dios
bondadoso los escuchará.

Miguel y Josefa han dejado atrás los horrores de la vida en Cuba, pero
otros millones aún están cautivos en el gulag tropical. Los hermanos de
Miguel aún sufren bajo condiciones inhumanas en las cárceles cubanas. Las
Damas en Blanco aún marchan valientemente por la libertad. Y los cubanos
aprisionados durante la Primavera Negra, en su mayoría, aún están en la
cárcel, donde son sometidos a golpizas, atención médica inadecuada y
prolongadas separaciones de su familia.

Estos prisioneros de conciencia viven un tormento diario, como también
cientos de otros. Sin embargo, gran parte del mundo no dice nada. Es un
patrón triste y curioso. En el otoño, decenas de jóvenes cubanos que
llevaban puestos brazaletes impresos con una palabra, "cambio" fueron
arrestados por la policía cubana debido a sus creencias políticas. Sin
embargo, a pesar de este atentado contra la libertad de expresión, gran
parte del mundo permaneció callado.

El pasado diciembre, las autoridades cubanas irrumpieron en una iglesia
Católica, dispararon gases lacrimógenos contra los feligreses y sacaron a
rastras a 18 devotos. Un funcionario Católico describió el episodio como
"el peor atentado contra una iglesia en 45 años". Y sin embargo, ante este
ataque contra la libertad religiosa, gran parte del mundo permaneció
callado.

Y el fin de semana pasado, unos cubanos fueron empujados y golpeados
mientras distribuían copias de la Declaración de Derechos Humanos de las
Naciones Unidas. Esa misma semana, Cuba firmó el Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos. La comunidad internacional aplaudió a Cuba
por firmar un trozo de papel. pero con respecto a los abusos de la misma
semana, gran parte del mundo permaneció callado.

Ante estos abusos, Estados Unidos no ha permanecido callado, ni permanecerá
callado. (Aplausos.) Se nos ha unido sistemáticamente en condenar los
brutales agravios del régimen cubano un pequeño grupo de naciones
valientes; países como la República Checa, Estonia, Hungría, Latvia,
Lituania, Polonia, Eslovaquia y Eslovenia se han posicionado a la
vanguardia de la lucha por la libertad de las personas en Cuba. (Aplausos.)
Recientemente vivieron bajo la tiranía comunista. Recuerdan la vida bajo la
opresión. Conocen las penurias que ciudadanos comunes y corrientes tienen
que pasar simplemente para sobrevivir. Y se rehúsan a hacerse de la vista
gorda.

Desafortunadamente, la lista de los países que apoyan al pueblo cubano es
demasiado corta. y las democracias ausentes en dicha lista son demasiado
notorias. Cuando finalmente despunte un nuevo día para los cubanos,
recordarán a las pocas naciones valientes que los acompañaron y las muchas
que no.

Hace pocas semanas informes sobre la supuesta jubilación del dictador de
Cuba inicialmente llevaron a que muchos creyeran que por fin había llegado
el momento en que Estados Unidos cambiaría su política sobre Cuba y
mejoraría las relaciones con el régimen. Esa opinión es totalmente
equivocada. Para mejorar las relaciones, lo que debe cambiar no es Estados
Unidos; lo que debe cambiar es Cuba. El gobierno de Cuba debe iniciar un
proceso de cambio democrático pacífico. Deben poner en libertad a todos los
presos políticos. Deben respetar los derechos humanos en palabra y obra, y
allanar el camino para unas elecciones libres e imparciales.

Hasta ahora, todo lo que ha hecho Cuba es reemplazar a un dictador por
otro. Y tras bambalinas, su antiguo dictador aún tiene influencia en los
sucesos. Éste es el mismo sistema, los mismos rostros y la misma política
que llevaron a Cuba a la miseria para comenzar. Estados Unidos está
aislando al régimen cubano, y estamos tendiéndole la mano al pueblo cubano.
Hemos otorgado asilo a cientos de miles que han huido del régimen. Hemos
animado a ciudadanos y entidades benéficas privadas a entregar alimentos y
medicamentos y otra ayuda directamente al pueblo de Cuba. Como resultado,
el pueblo estadounidense es el mayor proveedor en todo el mundo de ayuda
humanitaria al pueblo cubano.

Esta ayuda está aliviando la carga de muchas familias cubanas. Pero lo
triste es que la vida del pueblo cubano no mejorará hasta que su sistema de
gobierno cambie. No mejorará por el hecho de cambiar a un dictador por
otro. No mejorará si apuntalamos a la misma tiranía a cambio de la falsa
promesa de presunta estabilidad.

Como le dije al pueblo cubano en octubre, llegará un nuevo día para Cuba. Y
sabremos que ha llegado. Sabremos que ha llegado cuando los carceleros
vayan a las celdas donde se detiene a los prisioneros de conciencia de Cuba
y los pongan en libertad. Sabremos que ha llegado cuando Miguel Sigler
Amaya se reúna con sus hermanos, y puedan decir lo que piensan y puedan
entrar y salir a su voluntad. Y sabremos que ha llegado cuando las Damas de
Blanco ya no hagan sus vigilias silenciosas ni vivan bajo el temor
constante de ataques o arrestos.

Hasta que llegue ese día, Estados Unidos continuará arrojando una luz
brillante y reveladora sobre los abusos de Cuba. Continuaremos contando los
relatos del pueblo cubano, incluso cuando gran parte del mundo no quiere
escucharlos. Y llevaremos este estribillo en el corazón: Viva Cuba Libre.
(Aplausos.)

(termina el texto)

(Distribuido por la Oficina de Programas de Información Internacional del
Departamento de Estado de Estados Unidos. Sitio en la Web:
Opinen, escriban  y ganen premios.
Saludos
Rodrigo González Fernández
DIPLOMADO EN RESPONSABILIDAD
SOCIAL EMPRESARIAL  DE LA ONU
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