Chile es el Paraíso para los dueños del capital
Por Nelson Ávila, senador por la Región de Valparaíso
Senador Nelson Ávila, Región de Valparaíso
El mejor incentivo para la investigación que deberían tener los privados es la baja tasa tributaria con que cuentan en Chile. Es menos de la mitad de sus pares europeos y de Estados Unidos.
Entonces, no me gusta para nada que se siga ampliando el abanico de los incentivos, porque al final de cuentas el Estado abdica de su rol de dirigir el proceso de desarrollo del país.
Entrega a los privados la capacidad y la definición de las áreas donde se lleve a cabo la investigación. Ahí no hay un interés de país, sino de la respectiva empresa beneficiaria de estos incentivos.
A mí no me pueden decir que las empresas mineras, por ejemplo, necesiten de estos incentivos para investigar. Si en Chile son beneficiarias de impuestos ridículos. En la misma Sala del Senado se discutió en su momento un supuesto royalty, que por cierto no fue ni remotamente algo de ese tipo. Terminó siendo un impuesto ratón de 2 por ciento.
Muchos lanzan críticas y hacen burla de las cosas que se hacen en Venezuela. Pero puedo decirles que el royalty que se aplicó a las empresas explotadoras del petróleo es del 34 por ciento. La verdad es que comparado con lo que nosotros intentamos hacer respecto del cobre resulta francamente ridículo.
La experiencia que hay acerca de los incentivos tributarios en la cultura, en el deporte debieran ser lo suficientemente ilustrativos como para no seguir perseverando en este mismo error y en estas políticas. Allí los privados invierten donde les da la gana. No hay ningún interés social en aquellos proyectos para los cuales destinan los recursos que provienen de estos incentivos. Lo propio ocurrirá con la investigación.
Pero seguimos en la misma línea.
Yo para apoyar y por lealtad al Gobierno voté en contra, del proyecto que establece incentivo tributario a las empresas para investigación y desarrollo precisamente para que esto implique al menos un pequeño llamado de alerta en el sentido de que no se puede seguir abusando de políticas equivocadas.
¡Hasta cuándo vamos complacer hasta la saciedad los requerimientos que provienen de un mundo privado que aquí goza de todas las garantías imaginables!
Yo creo que si uno viera la lista de los beneficios con que cuentan los empresarios en Chile a sus pares de Europa o de Estados Unidos, francamente dirían que este es el Paraíso para los dueños del capital.
Aquí se extraen todos nuestros recursos naturales y muchos aplauden los indicadores macroeconómicos. Pero se olvidan de que estamos sacrificando aspectos básicos de los cuales nos reclamarán las generaciones futuras. No cobramos renta por nuestras riquezas naturales. Se las llevan sin pagar absolutamente nada. Están quedando los forados en las montañas, el mar desabastecido y muchos campos arruinados con el tema de la celulosa.
Y la verdad es que mientras algunos aplauden, los indicadores macroeconómicos en un determinado sentido, bastaría mencionarles lo de la desigualdad para que reflexionaran un poco acerca de que también hay que ocuparse del Chile real y no el de la fantasía, el de Bilz y Pap con que algunos se manejan.
Rodrigo González Fernández
DIPLOMADO EN RSE DE LA ONU
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