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sábado, agosto 25, 2007

SENADORA DC SOLEDAD ALVEAR

Nuestro desafío es construir un país justo y cohesionado

Por Soiedad Alvear, senadora por la Región Metropolitana

Senadora Soledad Alvear, Región Metropolitana

Estamos muy contentos de la recepción que tuvo la propuesta que, como Democracia Cristiana, presentáramos al país y al Gobierno. Chile, su clase política y sus dirigentes sociales, lograron construir amplios y trascendentes consensos para recobrar la democracia y reestablecer la paz. Esta vocación de acuerdos debe ponerse al servicio de la justicia social, con el fin de lograr dar el gran salto a la equidad que nuestros obispos y nuestros trabajadores demandan.

 

Nadie se puede restar. Se trata de una tarea grande y hermosa que puede ser determinante para construir un Chile justo y cohesionado, una patria donde todos compartamos los frutos del progreso. ¿Pero por qué un Consejo Asesor?, ¿Por qué no mandar un paquete unilateral de iniciativas al parlamento? ¿Qué decir a quienes señalan esta iniciativa como burocrática? Se pudo concordar al interior de la Concertación un paquete de iniciativas y haber aprovechado las mayorías con que contamos. Pero cambios de esta trascendencia, que deben perdurar en el tiempo para conseguir los frutos buscados, requieren una legitimidad mayor, un espectro de apoyos que permitan mover el cerco de lo posible y avanzar con decisión. Por esta razón, reunir a un grupo excepcional de personas, le da un impulso que no es posible lograr con una decisión unilateral del gobierno.¿En qué debemos avanzar, que temas no puede eludir la comisión? Un tema, un inexcusable es la negociación colectiva. No creo que un 7% de trabajadores negociando colectivamente permita construir equidad. No se trata de reeditar discusiones como la negociación por ramas de la industria, o interempresas. Se trata de que al menos la negociación al interior de la empresa se produzca verdaderamente, que los trabajadores negocien con su empleador. Pero en ya demasiados casos, determinar quien es el empleador es extremadamente difícil. Multiplicidad de RUT, empresas de papel, subcontratistas de empresas verdaderas, impiden la negociación colectiva. Lo mismo sucede con distintas variedades legítimas de holdings. Debemos abordar esta situación y promover la negociación en la empresa. También debemos ampliar las materias que pueden abordarse con la negociación, no limitándola a salarios. La posibilidad de acordar distintas jornadas, diferentes incentivos, una variedad de alternativas que permiten acuerdos enriquecidos por las partes. También debemos discutir modalidades que aseguren, especialmente a trabajadores y pequeños empresarios, la asesoría técnica y profesional de la que hoy en día carecen para negociar. Otra línea en la que debemos profundizar es en la capacitación laboral. Debe existir una mucha mayor capacitación que acompañe al trabajador y lo enriquezca. También hay que avanzar en materia de gratificaciones, asegurando un piso, transparentando las utilidades y su distribución. En la misma línea, creo que hay que poner fin al concepto de "salario base" y asimilarlo al salario mínimo.También debemos reformar nuestro seguro de desempleo y establecer uno verdaderamente universal, incorporando a los trabajadores del sector público, -a honorarios y contrata-, y dar el mismo tratamiento a los trabajadores a plazo fijo que a los indefinidos. Debe establecer protección al desempleo con tasas de reemplazo definidas por un periodo claro, y una fuerte línea de reinserción laboral, con capacitación e intermediación verdadera. Ya lo había propuesto, queremos que se establezca el nuevo seguro al desempleo como una Garantía Explícita, tal como se hizo con el AUGE en Salud. Incorporar una serie de prestaciones en caso de desempleo, que operen de forma inmediata y que sean veladas por la Superintendecia correspondiente, como sucede en la actualidad con las Garantías Explícitas en SaludEsta Agenda requiere un financiamiento. No podemos eludirlo. Enfrentar el tema requiere avanzar sin prejuicios en el sector público y privado.Como Presidenta de la Democracia Cristiana comprometo el apoyo de mi partido para avanzar en un pacto social y fiscal que mejore radicalmente lo que entendemos por equidad. Enfrentamos una oportunidad histórica, un país que crece, que cuenta como nunca con recursos fiscales y promisorias perspectivas. Como nación debemos aprovechar esta oportunidad, ponernos de acuerdo, estar a la altura de las circunstancias y dar el salto a la equidad de cara al bicentenario. La Presidenta Michelle Bachelet ha tomado una gran decisión.
 
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