Perfil: Miliband, un joven canciller

internacional Perfil: Miliband, un joven canciller

Paul Reynolds BBC Su origen judío le permitirá criticar con libertad las políticas israelíes que no comparte. El nombramiento de David Miliband como Canciller británico habla de un giro potencial en la política exterior de Gran Bretaña, hacia una en la que las críticas a Estados Unidos o Israel no estarán fuera de la agenda como en el gobierno de Tony Blair. Ya en el gabinete del ex premier, Miliband fustigó el ataque israelí a Hizbolá de hace un año, mientras Blair defendía la decisión de Ehud Olmert. También declaró durante una gira en EE.UU., como ministro de Medio Ambiente, que Washington debía mostrar un "fuerte liderazgo" en la estrategia mundial ante el cambio climático. Tampoco ha ocultado su escepticismo respecto a la campaña militar en Irak. Lea también: Brown estrena gabinete Su interés en el calentamiento global significará que la innovación que introdujo su predecesora en el cargo, Margaret Beckett, de incluirlo en la agenda diplomática, seguirá firme y probablemente sea reforzada. El más joven Miliband es, a los 41 años, el jefe de diplomacia británica más joven desde la gestión de su tocayo David Owen en 1977. Es además la personificación del británico moderno. Educado en un colegio estatal y luego en Oxford, proviene de una familia de inmigrantes judíos polacos. Como ministro de Medio Ambiente, esta personificación del británico moderno mantuvo un blog. Su padre Ralph se cambió en nombre a Adolphe al pisar tierra inglesa. En 1940, en uno de los últimos barcos que cruzó el canal de la Mancha, escapó de Bélgica, adonde llegó tras huir de Polonia. Ralph Miliband llegó a ser un destacado escritor marxista, aunque David emergió como uno de los principales líderes del fenómeno que se bautizó como "Nuevo Laborismo". El hermano del canciller de Gordon Brown, Ed Miliband, también forma parte del flamante gabinete. Decisiones sobre Irak El origen judío de Miliband se notará particularmente en su acercamiento a los conflictos de Medio Oriente. Israel le dará la bienvenida, pero su apellido será un arma de doble filo: le permitirá criticar a sus anchas las políticas del estado judío sin el peligro político de ser calificado de antisemita. El asunto más espinoso en su agenda será, de todos modos, Irak. Tres soldados británicos murieron el día de su nombramiento. Se espera que apueste a una retirada de las tropas lo antes posible, en la línea de Brown, quien anunció que se dejará el suelo mesopotámico en cuanto las condiciones lo permitan. Los diplomáticos se preguntan si Miliband continuará publicando entradas en su blog, como hacía cuando ocupaba la cartera de Medio Ambiente.

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Rodrigo González Fernández
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