"Si no hay pacto político no puede haber rescate, porque el consenso sobre unas reformas económicas que se plantean a medio y largo plazo es una condición indispensable", señalan fuentes del gobierno alemán de cara al Consejo Europeo que decidirá el segundo rescate a Grecia.
"Esta condición no exclusiva para Grecia. Cualquier financiación a largo plazo está sujeta a un apoyo parlamentario superior al 60%", explican las mismas fuentes.
Antes de la cumbre de los Veintisiete donde Alemania y Francia escenificarán su apoyo a Grecia, hoy será clave otra reunión en Bruselas. Será la del Partido Popular Europeo, donde donde Merkel y otros líderes conservadores presionarán a su colega griego en la oposición, Antonis Samaras, informa María Ramírez.
Consejo Europeo
Alemania volverá a plantear en Bruselas la "participación voluntaria" de los acreedores privados en el segundo rescate a Grecia, para el que ya han comenzado conversaciones confidenciales con los bancos y fondos de inversión por parte de varios gobierno europeos y que deberían culminar con la celebración de una 'Conferencia de Desendeudamiento'.
La canciller Angela Merkel estaría dispuesta a negociar, a cambio, la creación de un Sistema Europeo de Protección para los bancos expuestos a la deuda griega y a otros países en apuros, así como la puesta en marcha de un Programa Europeo de Promoción de Inversiones, que desearía financiar con la creación de un nuevo impuesto europeo sobre las transacciones bancarias.
Merkel acude al Consejo Europeo dispuesta a dar una imagen de unidad y fortaleza respecto a Grecia, pero su gobierno es consciente de que hay otros preocupantes frentes abiertos y cruciales para el futuro del euro y lleva en la cartera una lista exhaustiva de tareas para España que impondrá vía Bruselas.
Para empezar, se exigirá "una norma vinculante de gasto para todas las administraciones" que mantenga el aumento del gasto público por debajo de la tasa de crecimiento del PIB a medio plazo. "España debe aplicar más estrictamente los mecanismos existentes de control de déficit y deuda para los gobiernos regionales y debe recopilar y ofrecer la información sobre su ejecución presupuestaria", advierten las mismas fuentes.
En materia de consolidación fiscal, el Consejo Europeo pedirá al gobierno de Madrid que adopte nuevas medidas de ajuste al menor indicio de que los objetivos de déficit para 2011 y 2012 corren peligro y exigirá un proceso de evaluación antes de finales del presente ejercicio que sirva para calibrar de la forma más concreta posible el impacto de la reforma laboral.
"Debe ser reducida la segmentación y debe comenzarse a ver una evolución del paro juvenil", señalan las fuentes alemanas, que insisten en que "nadie ha olvidado la exigencia de ligar los salarios a la productividad, en lugar de a la inflación", señalando que la estrategia no es hacer una batalla pública sobre ese punto para dar margen de actuación al gobierno español, pero que subrayan que sigue tratándose de un punto "imprescindible".
Sí parecen haber olvidado la exigencia de reducir las cotizaciones sociales para rebajar los costes salariales y la subida del IVA y los impuestos sobre energías, pero se pedirá a España que "haga recaer el peso de la fiscalidad sobre el consumo y el medio ambiente, en lugar de sobre el trabajo".
Por último, nuestros socios europeos piden que la reforma de las Cajas esté terminada, como muy tarde, en el 30 de septiembre de 2011, aunque a petición de España se ha eliminado la referencia a que "los problemas creados por el papel de las autoridades locales en el gobierno de las Cajas no se han resuelto completamente".