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domingo, noviembre 01, 2009

INDIGENA: Luis LarraínLa frontera rediviva

Domingo 01 de Noviembre de 2009

La frontera rediviva
 
POR Luis Larraín = EMOL
 


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El Ministerio Público investiga la posibilidad de que Francisco Curimil, comunero mapuche de 27 años, haya sido ajusticiado por tres integrantes de la comunidad Temucuicui autónoma, que opera en la zona de Ercilla. De ser efectivo, estaríamos ante una situación gravísima: un grupo armado terrorista que mata en las afueras de su casa a un ciudadano chileno. El motivo del crimen sería que le atribuyen el haber actuado como testigo protegido, entregando información sobre los participantes en un asalto armado a una plaza de peaje y el baleo a una patrulla de Carabineros y otros vehículos luego que fallaran en su objetivo de hacer volar dos camiones cargados con combustible que venían de Argentina.

La principal función que tiene el Estado en toda sociedad es garantizar el orden público y la seguridad ciudadana. No hay otra acción del Gobierno que sea más importante que ésta, no hay cosa alguna que los ciudadanos les pidan a las autoridades con mayor prioridad. Todos valoran en primer lugar la seguridad de sus familias; por eso, cuando se ven amenazados, claman por ayuda, a veces con verdadera angustia.

Como la de René Urban, agricultor de la zona de Ercilla cuya propiedad ha sido tomada más de 60 veces por comunidades mapuches agrupadas en Temucuicui, organización violentista que es la que mayor receptora de tierras de la Conadi. Sí, porque resulta que el Estado de Chile compra predios y se los entrega a comunidades que reclaman derechos ancestrales, y fíjese que estos señores han descubierto que si se toman un fundo, de atrás viene la Conadi y lo compra, y se los entrega a ellos.

El caso de Urban, de quien se dice que podría finalmente ceder a la presión y vender sus tierras a la Conadi, no es por supuesto el único. Hay agricultores de las zonas afectadas que salen todos los días de sus casas con chalecos antibalas. Se sabe del caso de otros que han debido dar alojamiento al interior de sus viviendas a carabineros, ante la inminencia de un ataque armado.

Para quienes estamos lejos, estas son noticias, a lo más relatos espeluznantes contados en torno a una buena mesa por conocidos o amigos que tienen la desgracia de vivir y trabajar allá; para ellos es lo cotidiano, lo que deben sufrir todos los días.

¿Cómo es posible que hayamos llegado a este extremo? ¿Estamos frente al riesgo de recrear un Chiapas en Chile, de resucitar la región de La Frontera, que durante siglos representó la emancipación de la Araucanía?

Sólo las torpes políticas gubernamentales podrían llevar a tales extremos. La verdad es que la población mapuche es pacífica, se reconocen como chilenos y viven en su mayoría en Santiago o en la Novena Región. Quieren, como muchos otros, tener acceso a un buen trabajo, a atención de salud y a una educación de calidad que les permita surgir.

Pero la imagen caricaturesca de los pueblos ancestrales que tienen en la mente quienes conciben las políticas indígenas, los asocia solamente a la tierra, y entonces sus acciones están orientadas a entregarles predios. La Conadi ha gastado 154 mil millones de pesos en comprar tierras y entregarlas a comunidades que escasamente las trabajan. El mundo viene de vuelta en relación a este tema, como lo indica la experiencia de Australia. La mayoría de estas entregas de tierras son discrecionales y favorecen a comunidades que usan la violencia, postergándose el Fondo de Desarrollo Indígena, que recibe apenas un 5% del presupuesto de la Conadi para apoyar iniciativas económicas y sociales a favor de las comunidades.

Con el apoyo de ONGs y financiamiento externo se ha desarrollado un activismo indigenista que tiene peligrosas conexiones con las FARC en Colombia, país al que han viajado varios integrantes de la Coordinadora Arauco Malleco, uno de los grupos más violentos.

Sólo un vuelco radical de la política indígena nos librará de la estupidez de convertir un país unitario y sin conflictos mayores, admirado en el extranjero por esas características, en una tierra asolada por la violencia y el terror.

Michelle Bachelet entrevistada por El País: "Los hombres sienten más una atracción fatal al poder"

Michelle Bachelet entrevistada por El País: "Los hombres sienten más una atracción fatal al poder"

  • A cinco meses de dejar La Moneda, la Mandataria habló de su gestión haciendo guiños al pasado, presente y futuro del país. Además, descartó cambiar la Constitución y confesó el peso de ser mujer en un puesto de poder.
El Mercurio Online
Domingo 1 de Noviembre de 2009 10:47

El País destacó a Bachelet como una Mandataria ''simpática y humilde, vivaz y pensativa''.
Foto: Héctor Yáñez, El Mercurio

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SANTIAGO.- A casi cinco meses de dejar el poder, la Presidenta Michelle Bachelet respondió en el Palacio La Moneda y en su hogar, las preguntas realizadas por John Carlin, periodista español del español El País.


La publicación comienza con una breve descripción del escenario en América Latina, en donde a diferencia de otros mandatarios, se destaca que Bachelet "no evidencia ningún interés en prolongar su mandato más allá del límite de cuatro años que impone la Constitución".


Pero para Bachelet las cosas están claras. "Creo que en la vida como en la política hay que ser ética y estética. Jamás cambiaría yo una situación para beneficio personal", a pesar de contar con cerca del 80 por ciento de popularidad según los últimos sondeos.


"Lo único que quiero hacer en los meses que me quedan es cumplir los compromisos con la gente, porque a eso vine. Ahora... algunos dicen que el poder es sexy. Pero a mí no se me ha generado esa droga. El boato no me impresiona, ni los fuegos artificiales. Lo que sí he visto es que tiene que ver en algunos casos con la ambición personal, que puede ser ambición de fama", señala.


Y esa ambición, según Bachelet, responde con diferentes estándares dependiendo del género. "He visto habitualmente en el trabajo que en general las mujeres se relacionan con el poder más desde la óptica del servicio a los demás".


"No quiero caricaturizar..., pero... parece ser que en el caso del hombre se ofrece una suerte de atracción fatal más potente por el poder. Le pasa una cosa distinta (aunque insisto en que hablo en términos generales, y hay excepciones). Se le produce una atracción por el poder que vive de manera diferente de una mujer. No estoy hablando de Presidentes de la república. Lo he visto en jefaturas diversas, ministerios, muchos sitios: hay gente espléndida, encantadora, que cuando llegan a un cierto cargo se transforman en pequeños dictadores. Algo les pasa con las alturas. Llegan y se marean", continúa.


Además, Bachelet destacó que Chile ha sabido limar viejas asperezas en los debates políticos de la sociedad. "Hemos avanzado mucho en el reencuentro entre esos dos Chiles. El entendimiento llega a través del diálogo o, cuando el diálogo no es posible, a través de mecanismos democráticos y pacíficos que tenemos para resolver nuestras diferencias. Siempre he sido una persona que ha buscado el diálogo, los puntos en común. Desde chica, incluso", asegura.


El rol de mujer


El medio, alaba que "la socialista Bachelet no ha sucumbido a la droga del poder. Es simpática y humilde, vivaz y pensativa, cualidades que detectan en ella la gran mayoría de chilenos, razón por la cual han adoptado a su primera presidenta de la historia como la primera madre de la nación".


Precisamente esa condición de mujer también le ha traído consecuencias directas en su labor, sostiene Bachelet. 


Al ser preguntada sobre los dichos de Hillary Clinton, quien asegura que el poder en una mujer es peligroso porque "la gente se fija menos en lo que dice que en ropa y en su pelo", Bachelet se mostró conciente de las diferencias y aseguró que "yo podría contar millones de anécdotas de este tipo".


"Aquí ha habido gente de la política, hombres, de un cierto peso, pero eso era sinónimo de poderoso. En cambio, una mujer es una gorda. Si a un presidente, un hombre, en un momento muy emocionante se le llenaban los ojos de lágrimas, era un hombre sensible; en cambio, una mujer era una histérica. Estoy contando lo que salía en la prensa, no fantasías mías".